Alcantarillados

   La colocación de las tuberías de alcantarillado en general deben colocarse sobre una solera de hormigón de diez centímetros de espesor.
   Las uniones entre las piezas o tubos se deben recibir con mortero de cemento 1 - 4, colocando ladrillos a soga, y a ser posible macizo, en los empalmes alrededor del tubo hasta hacer un anillo que sirva de collarín, incluso revestido éste con el mismo mortero.
   En todo cambio de dirección o unión de estos conductos debe disponerse una arqueta, de dimensiones según las necesidades, como mínimo de 50 x 50 centímetros, labrada con ladrillo macizo o perforado.
   Las arquetas deben estar enfoscadas en el exterior y enlucidas con cemento interiormente. Todos sus ángulos interiores tanto verticales como horizontales, deben hacerse redondos y bruñidos con cemento, para facilitar mejor su evacuación.
   Es obligatorio que toda red de saneamiento vierta en un punto, arqueta de registro. Por regla general dichas arquetas suelen hacerse coincidir con el portal de la casa para mayor facilidad de acceso y por ser éste casi siempre el punto más próximo al alcantarillado general de la calle o urbanización.
   Los tubos de desagüe se descansan en una solera inclinada, con el desnivel o caída para que el agua vierta en su punto. La inclinación que debe llevar una tubería es del 1'5 por ciento (1’5%)siempre que sea posible. (un centímetro y medio por cada metro) El agua suele correr a partir del 5 por mil. (5)( es decir que por cada metro lineal de tubería debe tener 5 milímetros de corriente)
   Los tubos y arquetas son parte de la red de saneamiento que vierte, fuera de las poblaciones, las aguas fecales1, residuales2 o de vertientes3.

1.-Aguas fecales. Las de desecho, que proceden de las instalaciones de saneamiento.

2.-Aguas residuales. Aguas de desecho, que han sido utilizadas industrialmente.

3.-Aguas vertientes. Las que vierten los tejados.


   El fondo de las arquetas se suele hacer más profundo que la salida de los tubos para que se depositen en él los objetos pesados, limpiarlo periódicamente para evitar en lo posible el atasco de la tubería con materias sólidas.


   POZO O ARQUETA EN GENERAL.

   Cuando la profundidad de la arqueta sea mayor de un metro cuarenta centímetros deben disponerse escalones (pate), para facilitar la bajada del operario en caso de reparación o limpieza. Los escalones pueden ser redondos Ø 16 mm. en forma de U con una anchura de 35 o 40 cm por 20 o 25 cm de fondo, los cuales se colocan al mismo tiempo que se realiza la fábrica, pero se oxidan y con el tiempo terminan por partirse. Hoy día ya se fabrican en plástico o aluminio mucho más duraderos.
   Se establecerá la arqueta en el interior de la finca, de planta circular de 90 cm de diámetro, cuadrada de 90 cm x 90 cm, o rentangular de 90 cm x 70 cm, estas medidas son interiores, cuando la profundidad no sea superior a un metro. Para profundidades mayores, el pozo o arqueta será de 150 cm x 80 cm. Esta arqueta es obligatorio que sea sifónica.


   PRECAUCIONES.

   Es importante no bajar a ningún pozo de registro hasta pasado varios minutos después de abrir la tapa, y a ser posible que haya otro operario fuera, pues los gases acumulados en el interior del pozo  son muy peligrosos.


   CONDICIONES DEL ALCANTARILLADO.

   Para asegurar un rápido y perfecto escurrimiento de las materias residuales y aguas servidas hacia el colector, se procurará:


Que las tuberías tengan la sección e inclinación necesarias para evitar el estancamiento de materias sólidas capaces de provocar obstrucción en las tuberías.

Que las uniones sean sólidas para impedir filtraciones o escape de gases nocivos para la salud.

Que se impida la propagación de gases provenientes de la descomposición de las materias orgánicas en los recintos habitados.

Que se obtenga una perfecta y adecuada ventilación de la tubería.

Que se construya con materiales sólidos, no susceptibles1 de romperse bajo la acción de cambios bruscos de temperatura.

Que las juntas de los tubos tenga tanta resistencia como los mismos tubos.

Que las tuberías sean lo más rectas posible y con pendientes uniformes.

Que los tubos estén bien asentados para evitar descensos imprevistos que produzcan roturas.

Que se evite la llegada de grasas o productos análogos capaces de solidificarse en las tuberías y ocasionar obstrucciones.


   COLOCACIÓN DE LA TUBERÍA.

   Una vez estudiado el plano de la red de desagüe, la obra debe comenzarse por la parte correspondiente al punto más bajo de la alcantarilla, con el fin de asegurar la rápida salida de las aguas que puedan proceder de lluvias, manantiales o filtraciones.

1.-Susceptible. Capaz de recibir modificación o impresión.


En caso de tormentas con gran descarga de agua, las zanjas se llenan en seguida, con el peligro de derrumbamiento, y es necesario que tengan salida, de ahí comenzar por el punto más bajo.
   Por esta razón conviene tener preparada la acometida a la red general. Si fuese la alcantarilla general la que construimos igualmente tendremos preparado su desagüe para evitar que el agua al no tener salida la ciegue.
   Si la alcantarilla que se construye tiene dos vertientes, se pueden realizar las dos al mismo tiempo, comenzando por los puntos más bajos hasta
llegar al centro, o punto más alto común para las dos vertientes.
   Una vez que se ha determinado con exactitud el punto donde han de iniciarse los trabajos, se procede al replanteo de la zanja sobre el terreno, la cual debe tener el ancho suficiente para trabajar con desahogo. Si el terreno no fuese muy seguro, y la zanja mide más que la altura de una persona, conviene que las paredes se corten en talud o apuntalamiento.
   Cuando las zanjas se abren en calles, ya en servicio, hay que levantar el pavimento cuidando los materiales que puedan ser recuperables, como adoquinado, tapas y rejillas de fundición etc.
   Las arquetas, ramales, pozos etc. quedarán como mínimo a un metro treinta centímetro de las medianerías, depósitos y tuberías de agua potable.